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Insights

El poder de las palabras

A diferencia del pasado, donde la inteligencia personal se medía a través del coeficiente intelectual y quienes obtenían mejores notas en sus carreras universitarias eran tentados con los trabajos mejor rentados, hoy sabemos que la inteligencia intelectual debe acompañarse con la capacidad de gestionar y desarrollar relaciones interpersonales, comunicarnos con los demás para crear redes que nos acerquen a los objetivos personales y organizacionales.

Las organizaciones todas están atravesadas por una característica común; los productos y servicios que brindan nuestros colegas son cada vez más similares, en todo aspecto, precio, calidad, prestación. Entonces, la principal fortaleza de las organizaciones es la capacidad de sus integrantes para interactuar, crear oportunidades a través de las conversaciones que mantienen con sus pares, clientes y aliados estratégicos.

Las organizaciones como redes de Conversaciones

Los éxitos, fracasos, objetivos, negociaciones, nuevos procesos y productos, las ideas, todo esto y todo lo que sucede dentro de una organización requieren una previa conversación. Sin conversaciones no hay empresas, no hay posibilidad de crear, de obtener resultados. En las conversaciones que mantienen las personas de un equipo o empresa se reflejan los posibles resultados que se obtendrán. Pero no hay que olvidar que se encuentran influenciadas por pensamientos, por ideas preconcebidas acerca de cómo vemos el mundo, de cuáles son nuestros objetivos y que pensamos de los demás.

¿Cuántas veces iniciamos conversaciones para tener razón, dejando de lado los resultados más convenientes para el equipo o nuestra organización con el simple objetivo de “ganar” o demostrar que estamos en lo cierto? ¿Cuántos conflictos podríamos evitarnos si dejáramos de lado el ego personal y buscáramos el éxito del equipo?

El día a día en las organizaciones colegas que no hablan de lo importante, incompatibilidad entre el pensar y el decir, pensamientos individualistas; “yo y mis objetivos por encima de todo”, las explicaciones sobre el “por qué no se puede”, la queja por lo que el gobierno nos hace y la mala suerte de vivir en este país, la búsqueda de tener la razón (protección de nuestro ego) y el radio pasillo mal intencionado son ejemplos de conflictos e inefectividad organizacional.

Las organizaciones o equipos de trabajo que fomentan las conversaciones entre sus integrantes y la búsqueda de espacios de colaboración serán los líderes del mercado. Vivimos en un contexto cada vez más exigente, las crisis surgen por doquier, si no son propias son ajenas pero igual nos afectan. Inflación, política, economía, ecología, son algunos de los generadores de crisis a las que agregamos las propias de cada integrante del equipo, las de aprendizaje, las de crecimiento entre otras.

«Lo único que no puede evitarse en una organización son las crisis..

Peter Drucker

Si no podemos evitar las crisis debemos afrontarlas y es aquí donde la madurez de los integrantes organizacionales es fundamental para el logro de resultados. Conocernos para interactuar…
Permanecemos todo el tiempo con nosotros mismos. Esto implica que “hablamos” más con nosotros que con otras personas. Esas conversaciones que mantenemos en nuestra mente, son conocidas como pensamientos, actúan como limitantes o expansores de nuestras posibilidades de acción y por consiguiente, son responsables por los resultados que alcanzamos.

Si modificamos nuestros pensamientos, estaremos cambiando nuestra realidad. Cambiar de conversaciones implica cambiar de observador, ver nuestra realidad desde la búsqueda de la efectividad. Cambiar de conversaciones requiere de una clarificación de nuestros objetivos para luego chequear si nuestros pensamientos y posteriores acciones nos acercan o alejan de estos.

¿Cuántas veces entramos en conflictos por el solo hecho de defender nuestra posición, nuestro orgullo? ¿Has tenido alguna vez la sensación de participar en reuniones donde nada se logra?, ¿Sentiste alguna vez, que ganaste/perdiste un debate que te llevó a distanciarse de la persona con quién te enfrentaste?… ¿Cuál es tu sensación cada vez que esto sucede?
Para ver esto en la práctica, te invito a observar las futuras reuniones en tu organización. Escuchá de qué se habla.

Pregúntate si los participantes conocen cuál es el objetivo de esa reunión. Chequea si la participación de estos tiene como finalidad aportar al resultado o demostrar sus capacidades, sus conocimientos. Finalmente, saca tus propias conclusiones.

Las conversaciones que mantenemos son las que crean nuestro mundo porque brindan la posibilidad de obtener información acerca de lo que creemos, queremos y deseamos y esto es un potencial infinito de oportunidades.

Decimos que las organizaciones deben satisfacer las necesidades de sus clientes. ¿Cuántos de nosotros trabajamos realmente para esto? y ¿Cuántos de nosotros lo hacemos pensando solo en NUESTRAS necesidades?

Te invito a conversar, a aprender a conversar, a mantener tus conversaciones privadas (pensamientos), alineados con tus conversaciones públicas (lo que decís). Un nuevo Management está entre nosotros; el de la coordinación de acciones. El viejo mundo, el de la jerarquía y las órdenes sin información, ya fue…

Acompaño a las personas y empresas en sus
procesos de formación, desarrollo y reconstrucción

Para que crezcan sostenidamente, sin pausa, durante muchos años.